Celebramos la Inmaculada Concepción de María

En una hermosa jornada dedicada a nuestra Madre María, la parroquia Inmaculada Concepción de Tigre celebró sus fiestas patronales.

Comenzó con la procesión desde la parroquia hasta el altar ubicado en la intersección de las calles Lavalle y Madero frente al río, donde el Obispo Oscar Ojea presidió la misa que fuera concelebrada por el párroco pbro. José Luis “Cote” Quijano y otros sacerdotes.

Al finalizar se realizó la tradicional procesión náutica encabezada por la embarcación que llevaba a la Virgen, seguida por barcos de diversos tamaños. A orillas del río, una gran cantidad de fieles saludó a María al pasar.

En su homilía el Obispo expresó que Dios “preparó su venida a este mundo a través de esa mujer a la que preservó del pecado original, es decir, nos encontramos con una persona que no sabe lo que es no amar”.

Más adelante Ojea propuso recorrer algunos fragmentos del Evangelio “en primer lugar es notable como María deja entrar a Dios en su vida, ella tendría otro proyecto, y es una invitación para nosotros, para sumarnos al proyecto que Dios tiene, tenemos que dejarlo entrar en nuestra vida”.

“Ella comienza a escuchar a este Dios que se le acerca y no entiende cómo va a ser su destino; no entiende ese modo de nacer, ese modo de ser concebido de Jesús” expresó el Obispo, y continuó diciendo “como va a entender que va a ver a su hijo morir joven”.

“La Virgen nos pide que la imitemos en esa fe arrojada” manifestó el Obispo e invitó a “acercarnos a la Madre, a la inocencia, pongámosle delante nuestros límites, nuestros errores, nuestras dificultades personales y sociales” y agregó que “cuando estamos ante ella es bueno conectarnos con nuestro deseo, el cual siempre implica una búsqueda y una carencia; pongámonos en manos de la inocencia que es la Virgen, la que hizo posible que Jesús caminara con nosotros y nos diera la salvación”.