Durante este mes de octubre nuestro Papa Francisco nos ha invitado a rezar cada día el rosario, pidiendo por el bien de la Iglesia.
Siempre que vivimos en familia nos es muy bueno tener la experiencia de unidad familiar; cuando a un miembro de la familia le va bien, toda la familia está contenta, agradecida, porque nos damos cuenta que nos hace bien a todos. De la misma manera, y quizá lo sentimos más fuertemente, cuando un miembro de nuestra familia sufre, todos sufrimos con ese miembro de nuestra familia, toda la familia sufre.
Son momentos para celebrar y momentos para unirnos en el dolor, los momentos en los que nos sentimos más juntos y buscamos el estar juntos.
Sabemos que este tiempo es un tiempo difícil para la Iglesia; donde se ve muy golpeada, muy cuestionada, muy criticada, por eso Francisco nos invita a no desesperarnos por eso, a no perder la esperanza, a no inquietarnos, sino a confiar y por eso los invito a rezar el rosario.
María estuvo en los momentos de celebración de la Iglesia, y en los momentos de dolor de la Iglesia; ella a los pies de la cruz, junto a su hijo, permaneció orando al Padre Dios para que sostuviera a su hijo ella unida a los Apóstoles en oración, el día de Pentecostés permanecía junto a los discípulos de su hijo para animarlos en la espera del Espíritu y celebrar la vida nueva de la Iglesia.
Por esta razón Papa Francisco nos invita a rezar el rosario durante este mes de octubre, pidiendo por el fortalecimiento de la Iglesia, pidiendo para que la Iglesia sepa crecer en estos momentos más difíciles y para que nosotros demos testimonio del Evangelio, de la confianza y siempre respondiendo en la paz y en la mansedumbre a todos aquellos que atacan el deseo de bien y el trabajo por el bien.
El espíritu del mal, el espíritu de la división siempre puede molestarnos y siempre puede invadirnos, pero como creyentes y confiados en el Padre, en la oración y en la caridad, seguimos caminando.
Durante este mes de octubre nuestro Papa Francisco nos ha invitado a rezar cada día el rosario, pidiendo por el bien de la Iglesia.
Siempre que vivimos en familia nos es muy bueno tener la experiencia de unidad familiar; cuando a un miembro de la familia le va bien, toda la familia está contenta, agradecida, porque nos damos cuenta que nos hace bien a todos. De la misma manera, y quizá lo sentimos más fuertemente, cuando un miembro de nuestra familia sufre, todos sufrimos con ese miembro de nuestra familia, toda la familia sufre.
Son momentos para celebrar y momentos para unirnos en el dolor, los momentos en los que nos sentimos más juntos y buscamos el estar juntos.
Sabemos que este tiempo es un tiempo difícil para la Iglesia; donde se ve muy golpeada, muy cuestionada, muy criticada, por eso Francisco nos invita a no desesperarnos por eso, a no perder la esperanza, a no inquietarnos, sino a confiar y por eso los invito a rezar el rosario.
María estuvo en los momentos de celebración de la Iglesia, y en los momentos de dolor de la Iglesia; ella a los pies de la cruz, junto a su hijo, permaneció orando al Padre Dios para que sostuviera a su hijo ella unida a los Apóstoles en oración, el día de Pentecostés permanecía junto a los discípulos de su hijo para animarlos en la espera del Espíritu y celebrar la vida nueva de la Iglesia.
Por esta razón Papa Francisco nos invita a rezar el rosario durante este mes de octubre, pidiendo por el fortalecimiento de la Iglesia, pidiendo para que la Iglesia sepa crecer en estos momentos más difíciles y para que nosotros demos testimonio del Evangelio, de la confianza y siempre respondiendo en la paz y en la mansedumbre a todos aquellos que atacan el deseo de bien y el trabajo por el bien.
El espíritu del mal, el espíritu de la división siempre puede molestarnos y siempre puede invadirnos, pero como creyentes y confiados en el Padre, en la oración y en la caridad, seguimos caminando.