Indulgencia Plenaria para el Año Jubilar Mariano
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3 enero, 2020“Vamos a celebrar esta Fiesta de Navidad en la cual los cristianos celebramos el nacimiento de Jesús, esta fiesta en la cual en Jesús nosotros descubrimos el amor de Dios que viene y nos abraza a todos”, comienza expresando monseñor Guillermo Caride -Obispo auxiliar de la Diócesis de San Isidro-, en su mensaje para la Navidad.
“Esta fiesta nos invita a todos, y todos estamos invitados a acercarnos a contemplar el pesebre, creyentes y no creyentes también”, dice el Obispo a continuación.
Ampliando la invitación para la celebración, monseñor Caride afirma que: “Porque cuando nos acercamos al pesebre a contemplar al Niño, en primer lugar nos ayuda a conectarnos con la ternura”, y continúa diciendo que: “Contemplar al Niño Jesús, esa ternura no hace descubrir cómo nos mira Dios; Dios siempre nos ve con ternura, nos ve como sus hijos, nos ve buenos, nos está diciendo que nuestra vida vale la pena”.
“También al acercarnos podemos contemplar las manos de la Virgen; esas manos de la madre, que cuando nosotros éramos pequeños, nos sostuvieron”, “Al contemplar esas manos de María percibimos el amor de Dios que nos sostiene en la vida y que no hay circunstancia en la que Dios nos suelte la mano”, afirma monseñor Caride.
“Podemos también acercarnos para contemplar la figura de José, que es ese amor de padre que contiene, que sostiene, y que siempre invita a descubrir el sentido de la vida”, siguiendo la contemplación de la figura de José, monseñor Caride expresa que: “Cuando contemplamos la presencia amorosa de José nos hace acordar del amor de Dios que nos ayuda a descubrir el sentido de la vida, ese amor que nos abre a la esperanza en nuestra propia vida”.
“Los invito a que nos acerquemos a contemplar el pesebre, creyentes y no creyentes, porque a todos contemplar el Niño, nos ayuda a redescubrir la belleza y las cosas buenas de la vida y dar gracias; nos ayuda a descubrir los vínculos que nos sostienen, que nos abrazan, que nos acarician; nos ayuda a redescubrir el valor de nuestra esperanza en la vida”, expresa el Obispo hacia el final de su mensaje.