Mensaje de Monseñor Oscar Ojea en la Solemnidad de San José, Santo Patrono de la Iglesia Universal

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Mensaje de Monseñor Oscar Ojea en la Solemnidad de San José, Santo Patrono de la Iglesia Universal

Monseñor Oscar Ojea comienza su mensaje expresando que: “el Papa ha querido declarar este año, el Año de San José. Estamos celebrando su solemnidad. Ha querido encomendar al cuidado de este padre de la Iglesia Universal el cuidado de nuestro mundo, de nuestra casa común. Le pedimos que cuide nuestra casa, la madre tierra, que ha sido tan depredada y a través de esa depredación posiblemente tengamos este virus. También ha querido pedirle que cuidara a su Iglesia para que reflejará con más claridad y con más nitidez el rostro de Jesús.

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina focaliza su mensaje en la realidad de estos tiempos: “Vivimos una gran orfandad de padre. En el mundo en que vivimos hay una enorme falta de responsabilidad en muchísimos adultos, tantos adultos están pendientes de querer ser siempre jóvenes y tantos jóvenes no pueden ser adultos porque no encuentran modelo, no encuentran ejemplo. El padre es quien pone a su hijo, a su hija, en contacto con la realidad, no para retenerlos para sí mismo, sino para que sean ellos mismos respetando su singularidad. El padre acompaña, cuida, da seguridad. Este padre del corazón que fue San José para Jesús afrontaba la realidad. Asumiendo la vida como viene, y este asumir la vida como viene lo hizo de un modo creativo. En primer lugar, la aceptación de María, la aceptación de lo que hay en ella provenía del Espíritu Santo, aceptación inmediata, contundente, obediente; la creatividad de José para armar un pesebre cuando no había lugar para ellos en el albergue”. El obispo de San Isidro continúa compartiendo que: “en medio de esa noche, en la que el mundo dormía en sus aparentes certezas, se estaba dando la revolución de la ternura, la revolución del amor, y así San José pudo ser testigo de tantas cosas en ese pesebre: Testigo de la adoración de los pastores, testigo de la adoración de los magos, allí fue obteniendo sus primeras experiencias de padre y llenando su corazón”.

Hacia el final de su mensaje, Monseñor Oscar Ojea expresó que “la motivación de este padre es el amor, sin duda que estaba enamorado de María y por eso termina aceptándola y obedeciendo al Espíritu Santo. Vivió para cuidar a Jesús, por eso es el Patrono de la Iglesia Universal. Le pedimos a ese “silencio” de San José: Fíjense ustedes en este siglo, en este mundo de la comunicación y de la información, la humildad que significa que el Evangelio no nos haya dejado una sola palabra de José. Monseñor Ojea finaliza su reflexión para la solemnidad de San José proponiendo confiar juntos “al silencio de San José la reconstrucción de este mundo que tenemos que emprender, la posibilidad de crear espacios de fraternidad para poder salir de la conciencia aislada. Pidamos salir de este individualismo que nos está destruyendo y que nos coloca en el lugar de espectadores, de consumidores, en este mundo, pero no en el lugar de hermanos y hermanas de cada uno de nuestros semejantes. “Silencio de San José” te pedimos que nos enseñes la humildad para pedir reconstruir juntos esta casa de la que vos sos Patrono”

Buenos Aires, viernes 19 de marzo de 2021.


Oficina de Comunicación y Prensa
Conferencia Episcopal Argentina