Misa de los 6tos. años de la secundaria

Admitidos a las Sagradas Órdenes
31 mayo, 2024
San Isidro Labrador
31 mayo, 2024

Organizada por la Junta Regional de Educación Católica del obispado de San Isidro y bajo el lema “¿Qué me queda por hacer?”, se realizó en las instalaciones del Colegio Marín, la misa diocesana de los 6tos. años de la escuela secundaria de la que participaron dos mil doscientos alumnos de cuarenta y un colegios de la diócesis.
El obispo Oscar Ojea presidió la eucaristía y fueron concelebrantes el obispo coadjutor Guillermo Caride y presbíteros que acompañan la pastoral de los colegios. De la misa participó también el Intendente de San Isidro y autoridades de educación de los municipios de Vicente López y San Isidro.
Antes de iniciar la celebración el rapero Andrés Castellano animó a los jóvenes, con su testimonio y canciones, al encuentro con Dios y a descubrir el propio proyecto de vida. A continuación, un alumno de cada colegio ofreció su buzo de egresado a los pies del altar para poner en manos de Jesús la vida de cada uno de sus compañeros y dar gracias por el camino recorrido en sus años de estudio.
Ojea expresó en su homilía: “Chicos y chicas, tenemos que hacer lo que nos pide el corazón, nuestro corazón. Dios puso en el corazón de cada uno un don, un talento, que nadie puede tener sino cada uno, y cada uno es irremplazable. Por eso el Señor nos pone en la vida, en este momento, en este tiempo, en esta familia, con esta situación social, con este problema. Nos pone y nos da algo muy particular para que nosotros le podamos dar a los demás, eso está en nuestro corazón, eso no lo puede ver nadie más que Jesús y cada uno de ustedes. Eso está en la conciencia de ustedes y no tengan miedo, no seremos nunca felices si hacemos solo lo que quieren los demás. Solo seremos felices si hacemos lo que Jesús quiere y lo que nos dice nuestro corazón”.  Luego, haciendo referencia a la problemática del cambio climático señaló: “Nuestro corazón tiene que advertir que no podemos dejar que el mundo se caiga a pedazos, que tiene que haber un rinconcito en nuestro corazón, un deseo verdadero de tener un mundo más limpio, un mundo más humano, un mundo donde realmente podamos vivir y no ser arrasados y poder cuidar aquello que Dios nos dio, cuidar lo que el Señor nos regaló”.
Al final de su homilía, invitó a Andrés Castellano a realizar una nueva canción y el rapero hizo un freestyle con tres palabras que le brindó el obispo: corazón, cuidado y compasión, tal como lo hiciera con el Papa Francisco luego de participar en la Jornada Mundial de la Juventud, Lisboa 2023.